Papa Juan XIII

133-Papa Juan XIII


Nació Roma, Italia.
Su pontificado empezó el 1 de octubre de 965 haste el 6 de septiembre de 972

Nacido como Giovanni Crescenzi, tras pasar su vida en la corte papal, fue electo para el Solio Pontificio cinco meses después de la muerte de su predecesor, León VIII (963–965), impuesto por el emperador Otón I impuso como sucesor a Juan XII.

Sobrino de Marozia, miembro de la familia de los Crescencios, en el momento de su elección era obispo de Nardi y ocupo el trono pontificio con el rechazo del pueblo romano que prefería como Papa a Benedicto V que aún vivía exiliado en Hamburgo.

Este rechazo popular provocó que, en diciembre de 965, los romanos encabezados por Rofredo, el conde de Campania, y por Pedro, el prefecto de la ciudad, hicieran huir a Juan XIII que buscó refugio junto a Pandolfo, príncipe de Padua y de Benevento.

Enterado el emperador de la expulsión de su protegido se dispuso a marchar sobre Roma lo que provocó que los romanos, temerosos de las represalias, dieran muerte al prefecto Pedro y recibieran triunfalmente, el 14 de noviembre de 966, a Juan XIII.

En diciembre de 966 el emperador entró en Roma, donde permanecería durante casi seis años, y nombró como prefecto de la ciudad a Crescencio I, un hermano del Papa.
Al año siguiente, el día de Navidad de 967, Juan XIII coronó coemperador al hijo de Otón, Otón II de tan sólo doce años de edad.

Cinco años después, en 972, el Papa casaba a Otón II con Teófano, la sobrina del emperador bizantino Juan I Tzimisces con lo que se abría un peíodo de entendimeitno entre Occidente y Oriente.

En su vertiente religiosa, el papado de Juan XIII es recordado por la evangelización de los húngaros y polacos; por los intentos de reorganización de la Iglesia que le llevaron a la creación del Arzobispado de Magdeburgo y otros de rito latino en el sur de Italia, lo que redujo la influencia del Imperio Bizantino y su Iglesia Ortodoxa en esa región; y por la costumbre de bendecir y dar nombre a las campanas de las iglesias.

Falleció el 6 de septiembre de 972, al parecer por las mismas causas que acabaron con Juan XII.