Papa Urbano IV

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Nació en Troyes, Francia. Su pontificado empezó el 4 de septiembre de 1261 Fin del papado 2 de diciembre de 1264

Hijo de un zapatero francés, después de estudiar teología y leyes en París inicia su carrera en la Iglesia en 1238 como canónigo en la ciudad de Lyon para ocupar en 1241 el puesto de archidiácono en la catedral de Lieja. Posteriormente, en 1243 se convierte en legado papal hasta que en 1253 es elegido obispo de Verdún, puesto que ocupará hasta 1255 en que es nombrado Patriarca de Jerusalén.

Cuando el 25 de mayo de 1261 fallece el papa Alejandro IV, Jacques Pantaleón en su calidad de Patriarca de Jerusalén se encuentra en Viterbo, donde reside el Colegio cardenalicio, buscando ayuda contra el asedio que sufre Jerusalén por parte de un ejército musulmán.

Reunido el cónclave en dicha ciudad, compuesto por tan sólo ocho cardenales, y tras más de tres meses de deliberaciones es elegido papa el 29 de agosto de 1261 y consagrado el 4 de septiembre de 1261.

Inmediatamente después de su elección amplia el Colegio cardenalicio con el nombramiento de catorce nuevos cardenales, franceses en su mayoría. Este acto, que cabría calificar como nepotismo ya que los elegidos fueron parientes de los cardenales que los habían elegido, es el origen de la existencia de una facción francesa en el seno del Colegio Cardenalicio.

Durante su pontificado, y debido a su enfrentamiento entre güelfos y gibelinos, nunca residió en Roma, repartiendo su estancia entre las ciudades de Viterbo, Orvieto y Perusa.

En el aspecto doctrinal, el pontificado de Urbano IV se distingue por la instauración de la fiesta del Corpus Christi mediante la bula Transiturus de hoc mundo en la que condenaba la herejía de Berengario de Tours sobre la transustanciación eucarística.

Asimismo, prohibió, aunque sin ninguna consecuencia práctica, la traducción y el estudio de los escritos de Aristóteles.
En su política terrenal, figuraba como objetivo prioritario impedir la expansión gibelina en Italia por lo que conspiró para expulsar de Sicilia a los partidarios del emperador alemán, a cuya cabeza se encontraba su hijo Manfrendo.

Para ello, ofreció al rey Luis IX de Francia el trono de Sicilia para que lo ocupara uno de sus hijos. Ante el rechazo del rey, realiza el ofrecimiento al hermano de Luis, Carlos de Anjou. Sin embargo las negociaciones fracasaron debido sobre todo a la intervención del rey Pedro III de Aragón que además de ser yerno de Manfredo, era contrario a un aumento de poder de la corona francesa en tierras italianas.

Las profecías de San Malaquías se refieren a este papa como Jerusalem campaniae (Jerusalén en Campania), cita que hace referencia a su nacimiento en la Champagne francesa y a que antes de ser elegido pontífice fue patriarca de Jerusalén.